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Antes de que existiesen los humanos, los dioses
caminaban por la tierra. Llenos de hambre, vida, muerte, locura, decadencia,
supervivencia, bien y mal. Lucharon incontables batallas a en la que fue
llamada la guerra del Mesozoico. Entonces Balsafas, un mago de una dimensión
paralela que anticipó la amenaza de estos dioses decidió actuar. No tenía poder
suficiente para matar a los dioses por lo que transportó a uno a
una tumba rocosa en la luna. Rompiendo el frágil equilibrio entre los
dioses, el pandemónium reinó y una gran explosión emergió de las nubes de un volcán
llenando toda la atmosfera. Los dinosaurios murieron, y los dioses
supervivientes entraron en animación suspendida. Ahora, el impacto de un gran
meteorito ha provocado en la tierra que los continentes se reagrupen y se
liberen los dioses de antaño.
Este es el argumento de Primal Rage, juego
de 1994 que venía a conquistar (nunca mejor dicho) una posición privilegiada
dentro de los más que interesantes arcades de la época. No lo consiguió a pesar
de ser una idea original y nunca vista antes. Veamos cuáles eran sus armas:
Primal Rage es un juego de lucha bastante atípico.
En lugar de luchar con personas de carne y hueso los siete personajes
disponibles eran diferentes tipos de dinosaurio. Algunos basados en dinos
reales y otros reinterpretaciones de otras criaturas como simios. El objetivo del
juego era conquistar la tierra con uno de ellos eliminando al resto. La última
batalla consistía en eliminar a los otros siete de nuevo uno tras uno en un
endurance combat en el que la barra del poder del jugador estaba aumentada
gracias a un minijuego resuelto antes del combate.
El sistema de juego también era muy
distinto a todo lo visto antes. Los ataques especiales o Domination moves se
realizaban manteniendo pulsados determinados botones y, entonces, realizar
el movimiento de la palanca, justo al revés que en el resto de juegos. Este
sistema a pesar de ser muy original costaba mucho dominar y resultaba confuso
para los jugadores. Probablemente el principal motivo de que la saga no cuajase
del todo. De hecho hoy día, y revisitando el arcade original me he encontrado
con serias dificultades a la hora de manejar correctamente a los monstruos
debido a esta mecánica. Es cierto que en revisiones posteriores del arcade se
incluyó la posibilidad de realizar los movimientos especiales de la misma
manera que en otros juegos de la época manteniendo el sistema original también
pero la confusión inicial no te la quita nadie.
Cuando derrotamos a nuestro oponente tenemos la
posibilidad de realizar sobre el un fatality, mecánica heredada y copiada del célebre
por entonces Mortal Kombat. Un factor que si era original en el juego es la
posibilidad de poder comernos a los humanos que pueblan el fondo del escenario
para aumentar nuestro poder. Había dos grupos de humanos, los que apoyan al
rival y los que te apoyan a ti. Comerte a los del rival te da más poder y vida
que comerte a los tuyos, que, no solo no está penalizado sino que es algo fácil
de realizar.
Gráficamente el juego era bastante vistoso para
la época y hoy día tampoco desentona. Los escenarios contaban con muchos
elementos como edificios en ruinas, decenas de árboles o una gran cantidad de
humanos corriendo de un lado para otro y animando a las bestias. Destacar que a
pesar del buen aspecto del juego no estaba exento de glitches como aquel en el
que derribabas a tu rival y este caía por encima del nivel del suelo para luego
incorporarse correctamente.
El juego era bastante sangriento. Casi cada
golpe que propinas al rival provoca que un reguero importante de sangre fluya
de su garganta o extremidades. Debido a esto muchos grupos pro-censura alzaron
la voz consiguiendo que en sus ports a super famicom o mega drive la sangre
pudiese tener otro color.
El sonido está bastante conseguido e incita a la
lucha sangrienta y sin escrúpulos al escuchar los gruñidos de los monstruos y cómo
aúllan de dolor al ser derrotados previendo el fatality del rival. No es que
sea su apartado más fuerte pero el sonido cumple con lo que se propone.
El juego fue convertido a multitud de formatos
caseros: Super famicom, mega drive, psx, mega 32x, saturn, atari jaguar cd (lógico
siendo los desarrolladores Atari), Amiga, 3do, pc e incluso Game gear. Como es lógico
las conversiones más fieles del arcade fueron las de psx y saturn que
reflejaban el juego tal y como en los recreativos. El resto de versiones tenían
una calidad gráfica bastante más baja así como unos sprites más pequeños para
los luchadores. Las versiones domesticas incluyeron un minijuego extra
consistente en jugar a los bolos con los humanos.
Y poco más se puede decir de este juego.
Divertido a ratos pero sin la consistencia necesaria para perdurar en el tiempo
o la memoria del jugador. Su complicada mecánica (aún que luego la ajustaran),
lo escaso de la plantilla de personajes (Mortal Kombat también tenía 7 pero
cuando Primal Rage salió ya estaba Mortal Kombat 2 en arcade), y algún que otro
fallo de programación no consiguen que el juego consiga destacar. Hoy día
merece la pena echar un par de partidas para verlo si nunca se ha jugado pero
más allá de eso no tiene muchos alicientes.
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