Hay juegos que pasan desapercibidos fuera de Japón,
bien porque no se comercializan, o bien, como es el caso, porque se ven
eclipsados por otros juegos de peso y los jugadores no les prestan la atención
que deberían. El juego desconocido de este mes es Fuun Mokushiroku, conocido en
occidente como Savage Reign.
Salió en los arcades en 1995 y fue desarrollado por
Snk razón de más para no dejar pasar al menos la oportunidad de jugarlo. La
historia nos sitia en un futuro no muy lejano (siglo xxi) en la ciudad de South
Town (la misma de Garou Densetsu y Art of fighting) en la que un hombre
conocido como Shishio crea una competición de lucha para medir las fuerzas
entre los más fuertes del mundo. 9 participantes llegan al torneo dispuestos a
ganarlo.
Entre
los 10 personajes que podemos elegir (Shishio está disponible como personaje)
encontramos una variedad bastante aceptable de personalidades entre las que
destacan una especia de clon del maestro Mutenroshi de Dragon Ball que se
transforma en un viejo forzudo como en Garou Densetsu, un payaso, un policia
claramente homosexual o el mismo Shishio que lucha con guantes de boxeo y
espada. Porque una de las señas de identidad del juego es que todos los
personajes tienen armas, pero, al contrario que en juegos de la misma snk como
Samurai Spirits donde luchan constantemente con estas, en Fuun Mokushiroku contamos
con botones de puño, patada y arma permitiéndonos luchar como en cualquier otro
juego de lucha pero realizando ciertos ataques con las armas, entre los que se
incluyen el lanzamiento de las mismas.
La otra mecánica que distingue a Fuun del resto de
juegos de la época es el doble plano de lucha, pero no como aquel que inventó
Garou Densetsu sino que el escenario está planteado en dos planos de diversas
alturas donde los personajes pueden pasar de una a otra simplemente pulsando
dos botones al mismo tiempo. Estos les permiten atacar al rival automáticamente
al cambiar de plano así como esquivar ciertos ataques y lanzar objetos del
escenario tales como focos que caen automáticamente al cambiar de plano. Este
sistema se demuestra mucho más solvente que en Garou Densetsu, no obstante
tampoco está exento de fallos y lleva a que algunos combates se conviertan en
un aburrido cambio constante de plano.
Los escenarios pasan por cuevas de hielo o fuego hasta
por el clásico dojo de artes marciales o un ring de lucha libre. Algunos de
ellos cuentan con elementos interactivos o trampas tales como carámbanos de
hielo que caen por toda la pantalla o suelos que se abren cada x tiempo
haciendo que el personaje que se encuentre en el plano superior caiga al
inferior.
Musicalmente hablando el juego raya a un nivel
bastante alto. Personalmente las melodías de todos y cada uno de los escenarios
me parecen notables llegando algunas incluso a quedarse grabadas en la cabeza
de la misma manera que conocemos de memoria los temas de Guile o Geese Howard.
En este aspecto un sobresaliente.
Cada
personaje cuenta con una serie de ataques especiales tipo como patadas
voladoras, multipuñetazos o bolas de fuego. Además todos cuentan con un super
ataque o desperation move que solo puede activarse cuando nuestra barra de energía
está en las últimas (color rojo) y que permite quitar muchísima vida al rival
(con dos supers lo dejamos casi derrotado) debido a que no existe una
limitación numérica a la hora de utilizarlos.
El curso normal del juego es el típico en el que
deberemos derrotar a los otros 8 personajes, a un clon del nuestro y a Shishioh
al final. Sin embargo tras derrotarle aún deberemos abatir a un último boss
conocido como Shin Shishioh que, como venía siendo habitual en los juegos del género,
era una versión mucho más poderosa y difícil que el original.
Es cierto que Fuun no era un juego mejor que Street
Fighter II, The king of fighters 94 o Samurai Spirits II pero su calidad estaba
al mismo nivel o superior que otros juegos más afamados de la época como Art of
fighting o Garou Densetsu. En Japón si cosecho éxito llegando a tener más tarde
una secuela y, personalmente lo encuentro un juego muy divertido, con
limitaciones obviamente, pero una opción muy válida incluso hoy día para pasar
un par de tardes divertidas.
No es difícil encontrarlo hoy día ya
que a través de play asia por ejemplo se puede importar una edición que incluye
el juego y su secuela para ps2. Incluso está disponible para jugarse en
plataformas como 2df. Sinceramente lo recomiendo, quizá no era el mejor juego
de la época pero su calidad y originalidad no merecían haber pasado inadvertido
en occidente como lo hizo donde solo unos pocos pudimos jugarlo en arcade en un
oscuro rincón de algún salón recreativo.
All 4 the win por Sergio Hernández Montiel (mhtdtr) se distribuye bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial 4.0 Internacional.
Basada en una obra en http://all4thewin.blogspot.com.es/.
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