sábado, 11 de octubre de 2014

Juegos desconocidos: Fuun Mokushiroku





Hay juegos que pasan desapercibidos fuera de Japón, bien porque no se comercializan, o bien, como es el caso, porque se ven eclipsados por otros juegos de peso y los jugadores no les prestan la atención que deberían. El juego desconocido de este mes es Fuun Mokushiroku, conocido en occidente como Savage Reign. 



Salió en los arcades en 1995 y fue desarrollado por Snk razón de más para no dejar pasar al menos la oportunidad de jugarlo. La historia nos sitia en un futuro no muy lejano (siglo xxi) en la ciudad de South Town (la misma de Garou Densetsu y Art of fighting) en la que un hombre conocido como Shishio crea una competición de lucha para medir las fuerzas entre los más fuertes del mundo. 9 participantes llegan al torneo dispuestos a ganarlo. 



Entre los 10 personajes que podemos elegir (Shishio está disponible como personaje) encontramos una variedad bastante aceptable de personalidades entre las que destacan una especia de clon del maestro Mutenroshi de Dragon Ball que se transforma en un viejo forzudo como en Garou Densetsu, un payaso, un policia claramente homosexual o el mismo Shishio que lucha con guantes de boxeo y espada. Porque una de las señas de identidad del juego es que todos los personajes tienen armas, pero, al contrario que en juegos de la misma snk como Samurai Spirits donde luchan constantemente con estas, en Fuun Mokushiroku contamos con botones de puño, patada y arma permitiéndonos luchar como en cualquier otro juego de lucha pero realizando ciertos ataques con las armas, entre los que se incluyen el lanzamiento de las mismas. 



La otra mecánica que distingue a Fuun del resto de juegos de la época es el doble plano de lucha, pero no como aquel que inventó Garou Densetsu sino que el escenario está planteado en dos planos de diversas alturas donde los personajes pueden pasar de una a otra simplemente pulsando dos botones al mismo tiempo. Estos les permiten atacar al rival automáticamente al cambiar de plano así como esquivar ciertos ataques y lanzar objetos del escenario tales como focos que caen automáticamente al cambiar de plano. Este sistema se demuestra mucho más solvente que en Garou Densetsu, no obstante tampoco está exento de fallos y lleva a que algunos combates se conviertan en un aburrido cambio constante de plano. 

Los escenarios pasan por cuevas de hielo o fuego hasta por el clásico dojo de artes marciales o un ring de lucha libre. Algunos de ellos cuentan con elementos interactivos o trampas tales como carámbanos de hielo que caen por toda la pantalla o suelos que se abren cada x tiempo haciendo que el personaje que se encuentre en el plano superior caiga al inferior. 



Musicalmente hablando el juego raya a un nivel bastante alto. Personalmente las melodías de todos y cada uno de los escenarios me parecen notables llegando algunas incluso a quedarse grabadas en la cabeza de la misma manera que conocemos de memoria los temas de Guile o Geese Howard. En este aspecto un sobresaliente. 

Cada personaje cuenta con una serie de ataques especiales tipo como patadas voladoras, multipuñetazos o bolas de fuego. Además todos cuentan con un super ataque o desperation move que solo puede activarse cuando nuestra barra de energía está en las últimas (color rojo) y que permite quitar muchísima vida al rival (con dos supers lo dejamos casi derrotado) debido a que no existe una limitación numérica a la hora de utilizarlos. 

El curso normal del juego es el típico en el que deberemos derrotar a los otros 8 personajes, a un clon del nuestro y a Shishioh al final. Sin embargo tras derrotarle aún deberemos abatir a un último boss conocido como Shin Shishioh que, como venía siendo habitual en los juegos del género, era una versión mucho más poderosa y difícil que el original. 



Es cierto que Fuun no era un juego mejor que Street Fighter II, The king of fighters 94 o Samurai Spirits II pero su calidad estaba al mismo nivel o superior que otros juegos más afamados de la época como Art of fighting o Garou Densetsu. En Japón si cosecho éxito llegando a tener más tarde una secuela y, personalmente lo encuentro un juego muy divertido, con limitaciones obviamente, pero una opción muy válida incluso hoy día para pasar un par de tardes divertidas. 

No es difícil encontrarlo hoy día ya que a través de play asia por ejemplo se puede importar una edición que incluye el juego y su secuela para ps2. Incluso está disponible para jugarse en plataformas como 2df. Sinceramente lo recomiendo, quizá no era el mejor juego de la época pero su calidad y originalidad no merecían haber pasado inadvertido en occidente como lo hizo donde solo unos pocos pudimos jugarlo en arcade en un oscuro rincón de algún salón recreativo.  


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